Todo viene a cuento de que la que suscribe se encuentra realizando la siguiente investigación:
"Por qué la gente tiene hijos /procrea/ se reproduce?"
Terapia
Mi psicóloga me recomendó leer a Laura Gutman para que me agarren ganas de ser madre.
Cincuenta páginas después, tiene suerte de que aún no me haya lanzado del piso 17.
Cosas
Poniéndome a pensar en una lista de mis cosas materiales más preciadas, llego a la siguiente conclusión:
1) mi colt
3) mi iphone
5) mis libros
Aunque, no necesariamente, en ese orden.
Buenas tardes
Vamos a hacer una rondita de sensaciones a ver cómo venimos hoy.
Sensación uno: no quiero estar acá, en terapia, estoy perdiendo tiempo.
Sensación dos: no quiero estar acá, en el mundo.
Sensación tres: quiero que se acabe pronto.
Mi proceso más profundo no es algo que requiera colaboración.
Sensación uno: no quiero estar acá, en terapia, estoy perdiendo tiempo.
Sensación dos: no quiero estar acá, en el mundo.
Sensación tres: quiero que se acabe pronto.
Mi proceso más profundo no es algo que requiera colaboración.
HAY UN BINGO EN LA SALA
Empecé el día en la Cámara del Crimen, suponiendo que debía contestar los fundamentos de una apelación en una causa por calumnias e injurias. Las víctimas, mis clientas, fueron injustamente denunciadas por defraudación por retención indebida. La audiencia se suspendió porque el encartado desistió de la apelación que le denegaba la excepción de falta de acción por inexistencia evidente de delito.
Volví al estudio y mientras el martillo neumático de la obra de al lado me taladraba el cerebro, me tomé mi café con coffee mate mientras me preguntaba si ir hoy o no al cumpleaños de mi hermano, el cual está ofendido al igual que mi vieja.
Luego chateé con otro de mis hermanos sobre mi matrimonio, y su opinión sobre que deje de hacerme la boluda y no me arruine la vida por los próximos 60 años, y que la próxima le dé "una patada en el orto" (sic).
Me fui a una conciliación laboral contra musimundo no sin antes dejarle varios trámites encomedados a la secretaria de mi viejo.
Llegué a un acuerdo, fijé fecha de pago y volví al estudio.
Cargué mi maletín de maquillaje y me fui para once a maquillar a una paisana ortodoxa de 29 años, fresca como una lechuga, que ya va por su quinto hijo. Del cual era el brit (o como cazzo lo quieras escribir), en el día de hoy, en el palais rouge. El niño nació hace 7 días. Detalles judaicos aparte cobré 170 pesos en 50 minutos (casi una puta).
Volví a casa, entregué papeles a marida quien salía disparado hacia la cancha de fútbol.
Me quedé sola, vi guerra de novias (pelotudez plena), boludeé en la computadora (ya no me divierte), no me llamó nadie.
Me puse a fantasear sobre enterarme de una infidelidad POSTA y qué hacer con esa información.
Me puse a pensar si voy a jugar a la detective todo mi matrimonio. A la investigadora, a la detective, a la perra inteligente.
Me puse a pensar como desclavar de mi cerebro la espada de damocles.
Me puse a pensar que mi grupo de terapia no me sirve para nada.
Me puse a pensar qué hago si me entero que me caga y todo eso.
Me puse a pensar si el amor es that or this way, como era el tema del flechazo & so on.
En eso estaba escribiendo este post, cuando llegó marido (earlier than expected) contando lesión de rodilla de su compañero y cese anticipado de partido.
Y ahora me voy al cumpleaños de mi hermano, el que está ofendido conmigo, al igual que me vieja.
Y tengo ganas de decir cosas como 'chau, mundo'.
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